viernes, 9 de febrero de 2018


Pintores y escultores universales

REMBRANDT VAN RIJN: el incomparable

De Rubens a Rembrandt ¡Que contraste! De la luz a la sombra, de la corte a la vida anónima, de la gozosa sensualidad del holandés noble, Rubens que vivía a sus anchas en los palacios y entre monarcas, al holandés arruinado, a Rembrandt que conoció los abismos humanos y vivió en la aflicción.

Rembrandt Harmensz van Rijn nació en Leiden, Holanda, el año 1606, hijo de un próspero molinero, Hermen Gerritsz que añadió el “van Rijn” a su nombre probablemente porque su casa daba sobre el Rhin.
En 1620, tras estudiar unos meses en la universidad, comenzó a aprender pintura en el taller de Jacob van Swanenburgh. Tres años más tarde viajó a Amsterdam y trabajó durante seis meses con el pintor Pieter Lastman , que tuvo sobre él gran influencia. En 1625, Rembrandt regresó a Leiden y se estableció con Jan Lievens. Sus cuadros de esta época se caracterizan por ser de pequeño tamaño, con predominio de la gama fría, y por tratar temas históricos o bíblicos. Al parecer, la actividad de Rembrandt como retratista comenzó  también  en este  momento. A la muerte de su padre, en 1630, se trasladó a Amsterdam, donde dos años más tarde realizaría su primer encargo importante: “la lección de anatomía del profesor Tulp”. A raíz de ello comenzó a consolidarse como el retratista holandés más afamado de la época, hecho al que contribuyó su matrimonio con Saskia van Uylenburgh (1634), perteneciente a una familia acomodada.
La lección de anatomía del doctor Tulp
El artista empezó entonces a ajustar sus concepciones pictóricas a los modos de la pintura barroca, como lo demuestran las escenas de “La Pasión” pintadas para Federico Enrique de  Orange.  En 1642, tras la muerte de su esposa, comenzó a sufrir diversos y sucesivos reveses económicos, hasta la bancarrota final, en 1656, que le obligó a vender todos sus bienes en subasta pública.
Sería demasiado simple sugerir que la vida de Rembrandt fue un continuo andante maestroso. El dinero escaseaba y los encargos importantes eran adjudicados a aquellos artistas dispuestos a adaptar el nuevo estilo flamenco. Bol y Flinck antiguos discípulos suyos se encontraban entre quienes se llevaron parte de la clientela. Sin embargo Rembrandt seguía teniendo aún buenos amigos y clientes, en su mayoría pertenecientes a las clases profesionales: predicadores, médicos y algún otro colega. Hubo, no obstante dos notables excepciones.
Cristo expulsando a los mercaderes del templo
Federico Enrique de  Orange  se hallaba tan complacido con sus cinco cuadros de la “Pasión”, que uno o dos años antes de morir le encargó otros dos.
Otra figura destacada en la vida de Rembrandt durante esos años fue Jan Six, y si bien existen abundantes testimonios de su adhesión y apoyo al artista, nada permiten suponer que fueran amigos íntimos, aunque ciertamente poseían intereses artísticos en común.
A pesar de la adversidad, Rembrandt alcanzó durante esta época una gran maestría, abandonando la exuberancia barroca y cuidando el detalle y el color. El catálogo de su obra incluye más de 600 óleos, unos 1.400 dibujos y cerca de 400 grabados.
Entre sus obras se encuentran: “La ronda de la noche”. La resurrección de Lázaro”. “El descendimiento de la cruz”. “Cristo expulsando a los mercaderes del templo”. “Retrato de un sabio”. “La adoración de los magos”. “Saskia con flor roja”. “La incredulidad de Santo Tomás”. “Los peregrinos de Emaus”. “La conjura de los bátavos”. “El sacrificio de Abraham”. “El regreso del hijo pródigo”. “La sagrada familia”. “Los síndicos del gremio de pañeros”. “Betsabe en el baño”.”Aristoteles contemplando el busto de Homero”.

LOS ÚLTIMOS AÑOS
Autoretrato de Rembrandt
En 1667, Rembrandt seguía siendo una figura admirada en Amsterdam. Cuando Cosme de Médicis, más tarde gran duque de Toscana, hizo un viaje a Amsterdam , acudió a visitar al artista.
Dado que Rembrandt no disponía de ningún cuadro acabado en su taller, le llevó a ver otras colecciones para que eligiera alguna obra, por desgracia, el diario del acompañante de Cosme no ofrece más, detalles de la visita que los que se refieren al tiempo, indicando la preocupación del italiano por las nieblas del norte. Sin embargo, es muy probable que Cosme regresara a Florencia con el autorretrato que pasaría a formar parte de su colección. En aquella época, esas distinciones debían de significar bien poco para Rembrandt. Andaba muy escaso de dinero y tuvo que vender la tumba de Saskia en la Oude Kerk: Aunque ignoramos el precio que obtuvo por ella, no es probable que aliviara su precaria situación, ya que no debía de sobrepasar los doscientos florines. Rembrandt recurrió entonces a Harrnan Becker, tratante en joyas, textiles y otros artículos. Becker, coleccionista de obras de arte que con el tiempo llegaría a poseer catorce o dieciséis cuadros de Rembrandt, tenía costumbre de prestar dinero a los artistas, siempre y cuando le entregaran obras suyas como garantía. En 1662 y 1663, Rembrandt pidió dos préstamos a Becker, el cual se los entregó a cambio de nueve lienzos y dos cuadernos de grabados. Dos años más tarde, Rembrandt consiguió recuperar las obras entregadas como garantía, pero para entonces Becker había comprado a Lodewijk van Ludick, que había perdido toda esperanza de cobrar sus mil florines, el préstamo que Six había hecho originariamente a Rembrandt. Becker se mostró un acreedor implacable e incluso insistió en que el artista terminara su cuadro de Juno antes de permitirle saldar su deuda con él. Becker era sin duda un hombre realista que, a diferencia de Van Ludick, consiguió su cuadro, aunque ignoramos si se sintió complacido con el “acabado” del mismo.
Los síndicos del gremio de pañeros
En los medios artísticos y científicos, el viejo maestro de Amsterdam dejó de ser considerado un hereje que buscaba sustraerse a las reglas académicas, para ser visto como un artista mayor de su tiempo.
Los cuadros de Rembrandt, complejo organismo pictórico, son entidades vivas con sus propias leyes y albergan todo un mundo de pensamientos. Y este universo de emoción apela infaliblemente a nuestros sentimientos, a nuestra imaginación y a nuestra propia experiencia vital.

Fuentes bibliográficas:
Rembrandt, biografía de Christopher White, Biblioteca Salvar, Grandes Biografías.
Los grandes pintores y sus obras maestras, de Selecciones del Reader´s Digest .
Rembrandt. Publicación de Numen de editorial Advance Marketing.

Fotografía: Cortesía de: Biografías y vida. Youtube. ArteHistoria. ArtBible.org. ImágenesdeJesus.com. Pinterest. La guiadelahistoriadel arte.

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