Protagonistas de la historia
BENITO MUSSOLINI
la génesis de un dictador
Benito A. Mussolini,
como buen periodista, fue escrutando en la actualidad de su país los momentos
más propicios para ir aposentando su desmedida ambición en los peldaños del
poder. Su conciencia sin escrúpulos y su carácter indómito le llevaron del
oportunismo más execrable a la más influyente autoafirmación.
En una biografía de
Mussolini, escrita por Giovanni de Luna, el autor pinta el fiel retrato psicológico
de la personalidad del Duce, que perfila en su difícil infancia, contrasta con
los numerosos avatares de su juventud y matiza en su madurez triunfante y
caduca. Los diferentes hechos históricos, que discurren como telón de fondo de
su agitada vida, salpicada con juicos de valor del propio Mussolini.
Nacido en el seno de
una familia campesina venida a menos, Mussolini vio la luz por primera vez en
Doria di Predappio, Romaña, el 28 de julio de 1883. Su madre; maestra, guió sus
primeros pasos y aunque el padre se desentendió de la educación del hijo su
ideario y praxis socialista influyeron en el joven Benito. En 1902 pasa a residenciarse
en Suiza y como obrero masón se mezcla en la nutrida colonia de emigrantes
italianos por sus escritos y lucha revolucionaria . Conoce la cárcel por
prófugo y vuelve a Italia en 1905. En Trento dirige el periódico L'Avvenire del
Lavoratore, en Forlí el semanario La Lotta di Classe y en Milán Avanti, órgano
oficial del Partido Socialista; más tarde funda II Popo/o d'Italia.
Aprovechando el ambiente de frustración de la posguerra organiza los Fasci di
combattimento, para favorecer la revolución por la violencia, grupos que se
transforman en instrumento de la reacción cuando Mussolini consigue el apoyo de
la patronal y de los terratenientes. En 1921 es elegido diputado y, en 1922, el
rey le pide que forme Gobierno. Triunfa en los comicios de 1924 y suprime los
partidos políticos y la libertad de prensa. Con los Pactos de Letrán (1929)
reconcilia al Estado italiano con la Santa Sede. Desde 1936 sostiene relaciones
con Claretta Petacci, su amante hasta la muerte. Ayuda de manera decisiva al
General Franco en la Guerra Civil española. Es el momento álgido del Duce.
Inicialmente opuesto al expansionismo alemán, se convierte después en
su principal aliado y vasallo. En
1943, el rey, el Gran Consejo Fascista y la falta de apoyo del Führer le
obligan a dimitir, pero cinco meses después el mismo Hitler le ordena presidir
la República Socialista Italiana con sede en Saló. Al capitular los ejércitos
alemanes en el norte de Italia, los partisanos le detienen, juzgan y ajustician
en un cruce de caminos cerca de Dongo. A su
lado es asesinada su amante. Era
el 28 de abril de 1945. El resto de los jerarcas detenidos son fusilados,
posteriormente sus cadáveres serían profanados por la multitud en un
espectáculo macabro. Con la mas hooenda de las violencias, termina así lo que
veintiséis años antes había comenzado también con la violencia.
A LA CREACION DE UN PERSONAJE
En los últimos meses
de 1911, el Gobierno de Giolitti, impulsado por los distintos grupos
nacionalistas que por entonces germinan en Italia, se lanza a la guerra
de Libia en el deseo de colmar mínimas aspiraciones imperialistas. La
Federación Socialista de Forli, en desacuerdo con esta política, l.ibra contra
el Gobierno una tremenda batalla. Durante tres días, el proletariado de Forli,
que había proclamado la huelga general, se apodera de la situación en la
ciudad: se destruyen las comunicaciones telegráficas, se asalta la estación del
ferrocarril para bloquear las expediciones militares, se levantan
barricadas..., etc. Al frente de todas estas acciones revolucionarias, y
asumiendo el doble papel de instigador y de guía, aparece el director de un periódico
local, «La Lotta di Classe», llamado Benito Mussolini. Es un joven y brillante
periodista que, ante todo, intenta llamar la atención por su desmesurado
radicalismo. En sus artículos hace la apología de los terroristas rusos
y de los regicidas. En la calle arenga frenéticamente a las masas.
Cuando tiene conocimiento de la ejecución del anarquista español Francisco
Ferrer se coloca al frente de una
manifestación compacta y enloquecida que apedrea el palacio arzobispal y
derrumba de su pedestal una imagen de la Virgen. En cierto modo, si bien
pasajeramente, los acontecimientos de Forli, con motivo
de la guerra de
Libia, han satisfecho sus aspiraciones revolucionarias.
En este sentido, escribe con orgullo en
las columnas de su periódico “Nosotros
hemos sido los primeros que hemos familiarizado a los
trabajadores con el arma del sabotaje. Con un poco más de propaganda eficaz,
las masas serán capaces de grandes heroísmos
y de sacrificios fecundos”.
Pero su acción conoce
también el lado amargo de la condena. Dominado el momento revolucionario por el
Gobierno, sus jefes e instigadores son detenidos, juzgados y encarcelados.
Mussolini y Pietro Nenní, como principales protagonistas, pasan de este modo a
correr un destino común. Se trata del comienzo idéntico de dos carreras
políticas que luego, con el paso de los años, terminarían siendo contrapuestas.
Si para Nenni -futuro jefe del partido socialista- esta primera detención fue
la partida de una singladura de aspiraciones frustradas que se perpetuarían
después durante más de cuarenta años., para: Mussolini representó, ante todo,
una gran posibilidad personal. La detención no le proporcionaba, ciertamente,
ventura, pero, a cambio, sí le otorgaba generosamente popularidad y prestigio.
Por vez primera, su nombre circularía en toda Italia, lo que a una personalidad
como la suya le bastaría para sentirse satisfecho.
Bibliografía:
-Biografía de Benito Mussolini, de Pedro de la Vega,
“Los protagonistas de la historia”, de Ibérico Europea de Ediciones, Madrid,
España.
-Mussolini, biografía de Giovanni Luna, de Biblioteca
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Fotografía: Cortesía de Fix Quotes.com