viernes, 26 de enero de 2018


Pintores y escultores universales

EUGENE DELACROIX: 

precursor del arte moderno

Eugene Delacroix
Ferdinand Víctor Eugené Delacroix, pintor francés, nació en Charenton-Saint-Maurice, un barrio residencial de París, el 26 de abril de 1798, nueve años después de estallar la Revolución Francesa. Si bien su padre nominal era ministro de Francia en Holanda, la mayoría de sus biógrafos afirman que en realidad era hijo del príncipe Charles Maurice Talleyrand, exprimer ministro de Francia y gran diplomático. En la familia de su madre se habían hecho notar varios artistas de talento y cuando el niño recibió de  un  tío el regalo de una  caja de pinturas, quedó decidida su vocación. A los dieciséis años de edad era ya huérfano de padre y madre, circunstancia agravada por el hecho de que la fortuna familiar se había esfumado; más  tarde habría  de escribir:
“No hay peor situación que la de no saber dónde la siguiente semana".
Era de temperamento excitable, y una vez se emocionó tanto al contemplar una a tela que atravesó medio París a más correr para llegar a su buhardilla y comenzar a pintar antes de que se desvaneciera en su mente la imagen que lo había inspirado. A los veinticuatro años se presentó con una obra ante el público del Salón parisiense; era demasiado pobre para comprar  marco al  lienzo de dos metros y medio de ancho que quería exhibir, y tal vez no hubiese llegado a figurar  en  la exposición  a no ser por un admirador que le proporcionó un  hermoso marco. El óleo, que cuelga hoy en el Louvre, era Dante y Virgilio en el Infierno.
Dante y Virgilio en el infierno
Delacroix acudió a la apertura de la exposición impaciente por oír el dictamen de los críticos, pero en vez de los elogios que esperaba solo oyó risas y burlas. "Un pintamonas sin sentido", decía uno. "Un charlatán de feria", exclamó otro. Al día siguiente compró los diarios: solo uno se refería a él en términos favorables. Adolphe Thiers, el futuro historiador y presidente de la República francesa, afirmaba que era una obra muy bella, en la cual se advertía aquí y allí "un resplandor de talento". Esto consoló al joven artista, quien olvidó las críticas adversas e inició así una carrera extraordinariamente fecunda.
La muerte de Sandanápalo
"Trabajar es mi única pasión, ¡pero qué pasión!" ha escrito. Y en efecto de pie al llegar el alba, se desayunaba con un trozo d pan y pintaba sin descanso hasta la puesta del Sol; entonces, embotadas sus fuerzas y su sensibilidad, leía versos para renovarlas. En aquellos días anteriores a la invención  de la cámara fotográfica se recurría mucho a los pintores para que representasen episodios de la historia contemporánea, y Delacroix los reproducía con una riqueza de luz y color que habría de inmortalizarlo.
"Una pintura debe ser primero y sobre todo un festín para los ojos", decía. Y en este sentido, era un rey de la gastronomía. Esta habilidad lo hizo rico; el gobierno le brindaba un amplio campo con su interés por la decoración de nuevos edificios públicos, y Delacroix fue uno de los primeros pintores de la época moderna que se ganaron bien la vida con su pincel.
Delacroi figuró entre los primeros que se inspiraron en motivos de África del Norte, que recorrió durante seis meses, cuaderno de apuntes en mano, dibujando personajes y lugares, y recogiendo ideas y temas que utilizaría toda su vida.
En su vida personal, u rostro y porte de galán atraía muchas mujeres que lo perseguían, pero su verdadero y duradero amor fue la baronesa Josephine de Forget, y es seguro que, a no ser por su mala salud, se habría casado con ella.
Su afección de  la garganta  empeoró  con  la  edad  y  hubo  días  en  que  no  podía  articular  una  sílaba.  Su  ama  de llaves, Jenny, que lo había acompañado durante veintiocho  años,  montaba  guardia  a  la  puerta  para  protegerlo le cuanto pudiera perjudicar su salud o distraerlo de la pintura;  al  debilitarse   el  pintor   progresivamente,  negó   la entrada  a  todo  el  mundo  con  excepción  del  médico. Un
académico  de  Bellas  Artes  fue  a  ver  a  Delacroix,  quien rechazado o siete veces antes  de  ser  finalmente aceptado por  la augusta institución,  no quiso  recibirlo.  "Ya  me han insultado  bastante", le dijo a Jenny.
Murió el  13 de agosto de 1863 a  los sesenta  y cinco años, y antes había  declarado:   "¡Si   me   restablezco,  pienso -rosas maravillosas! Me hierve la mente de ideas".
Mademoiselle Rose
Los honores  que  ambicionó   toda  su   vida  le habían llegado tarde... en realidad, demasiado tarde. Nunca había sido aceptado  en  los  círculos  de  la  alta sociedad, pero ya en sus postrimerías le llovieron las invitaciones. Por otra parte, aunque siempre contó con el entusiasmo de los jóvenes, los críticos de la  vieja  escuela  le negaron su aprobación hasta el último minuto

Al final de su vida se convirtió en el gran decorador de interiores de París, con obras relevantes para el palacio Borbón, el palacio de Luxemburgo, el Louvre y la iglesia de Saint-Sulpice. Fue uno de los personajes más ilustres de su tiempo, amigo de Charles Baudelaire y Víctor Hugo entre muchos otros, y dejó un Diario que constituye una interesante y valiosa fuente de información respecto a su vida y su época.
Entre sus obras se encuentran: “Dante y Virgilio en el infierno”; “Desnudo de un loro, “La muerte de Sandanápalo”, “Mademoiselle Rose”, “Medea furiosa”, “Michelangelo in his Studio”, “Cleopatra and the Peasant”, entre otras.
Fuentes bibliográficas:
-Biografía de George Ken, los grandes pintores y sus obras maestras, de Selecciones del Reader´s Digest.
 -Biografías y vida. Enciclopedia biográfica en línea.
-Fotografía: Cortesía de: revistadeartelogopress.com
-Obras de arte cortesía de: Wikipedia. org - Pintura de varias épocas y Museoteca.


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