Pintores y escultores
universales
EUGENE DELACROIX:
precursor del arte
moderno
Eugene Delacroix |
Ferdinand Víctor
Eugené Delacroix, pintor francés, nació en Charenton-Saint-Maurice, un barrio
residencial de París, el 26 de abril de 1798, nueve años después de estallar la
Revolución Francesa. Si bien su padre nominal era ministro de Francia en
Holanda, la mayoría de sus biógrafos afirman que en realidad era hijo del
príncipe Charles Maurice Talleyrand, exprimer ministro de Francia y gran
diplomático. En la familia de su madre se habían hecho notar varios artistas de
talento y cuando el niño recibió de
un tío el regalo de una caja de pinturas, quedó decidida su vocación.
A los dieciséis años de edad era ya huérfano de padre y madre, circunstancia
agravada por el hecho de que la fortuna familiar se había esfumado; más tarde habría
de escribir:
Era de temperamento
excitable, y una vez se emocionó tanto al contemplar una a tela que atravesó
medio París a más correr para llegar a su buhardilla y comenzar a pintar antes
de que se desvaneciera en su mente la imagen que lo había inspirado. A los
veinticuatro años se presentó con una obra ante el público del Salón
parisiense; era demasiado pobre para comprar
marco al lienzo de dos metros y
medio de ancho que quería exhibir, y tal vez no hubiese llegado a figurar en la
exposición a no ser por un admirador que
le proporcionó un hermoso marco. El
óleo, que cuelga hoy en el Louvre, era Dante y Virgilio en el Infierno.
Dante y Virgilio en el infierno |
Delacroix acudió a la
apertura de la exposición impaciente por oír el dictamen de los críticos, pero
en vez de los elogios que esperaba solo oyó risas y burlas. "Un pintamonas
sin sentido", decía uno. "Un charlatán de feria", exclamó otro.
Al día siguiente compró los diarios: solo uno se refería a él en términos favorables.
Adolphe Thiers, el futuro historiador y presidente de la República francesa,
afirmaba que era una obra muy bella, en la cual se advertía aquí y allí
"un resplandor de talento". Esto consoló al joven artista, quien
olvidó las críticas adversas e inició así una carrera extraordinariamente
fecunda.
La muerte de Sandanápalo |
"Trabajar es mi
única pasión, ¡pero qué pasión!" ha escrito. Y en efecto de pie al llegar
el alba, se desayunaba con un trozo d pan y pintaba sin descanso hasta la
puesta del Sol; entonces, embotadas sus fuerzas y su sensibilidad, leía versos
para renovarlas. En aquellos días anteriores a la invención de la cámara fotográfica se recurría mucho a
los pintores para que representasen episodios de la historia contemporánea, y
Delacroix los reproducía con una riqueza de luz y color que habría de
inmortalizarlo.
"Una pintura debe
ser primero y sobre todo un festín para los ojos", decía. Y en este
sentido, era un rey de la gastronomía. Esta habilidad lo hizo rico; el gobierno
le brindaba un amplio campo con su interés por la decoración de nuevos
edificios públicos, y Delacroix fue uno de los primeros pintores de la época
moderna que se ganaron bien la vida con su pincel.
Delacroi figuró entre
los primeros que se inspiraron en motivos de África del Norte, que recorrió
durante seis meses, cuaderno de apuntes en mano, dibujando personajes y
lugares, y recogiendo ideas y temas que utilizaría toda su vida.
En su vida personal, u
rostro y porte de galán atraía muchas mujeres que lo perseguían, pero su
verdadero y duradero amor fue la baronesa Josephine de Forget, y es seguro que,
a no ser por su mala salud, se habría casado con ella.
Su afección de la garganta
empeoró con la
edad y hubo
días en que
no podía articular
una sílaba. Su
ama de llaves, Jenny, que lo
había acompañado durante veintiocho
años, montaba guardia
a la puerta
para protegerlo le cuanto pudiera
perjudicar su salud o distraerlo de la pintura;
al debilitarse el pintor
progresivamente, negó la entrada
a todo el
mundo con excepción
del médico. Un
académico de
Bellas Artes fue a ver
a Delacroix, quien rechazado o siete veces antes de
ser finalmente aceptado por la augusta institución, no quiso
recibirlo. "Ya me han insultado bastante", le dijo a Jenny.
Murió el 13 de agosto de 1863 a los sesenta
y cinco años, y antes había
declarado: "¡Si me
restablezco, pienso -rosas
maravillosas! Me hierve la mente de ideas".
Mademoiselle Rose |
Los honores que
ambicionó toda su
vida le habían llegado tarde...
en realidad, demasiado tarde. Nunca había sido aceptado en
los círculos de
la alta sociedad, pero ya en sus
postrimerías le llovieron las invitaciones. Por otra parte, aunque siempre
contó con el entusiasmo de los jóvenes, los críticos de la vieja
escuela le negaron su aprobación
hasta el último minuto
Al final de su vida se
convirtió en el gran decorador de interiores de París, con obras relevantes
para el palacio Borbón, el palacio de Luxemburgo, el Louvre y la iglesia de
Saint-Sulpice. Fue uno de los personajes más ilustres de su tiempo, amigo de
Charles Baudelaire y Víctor Hugo entre muchos otros, y dejó un Diario que
constituye una interesante y valiosa fuente de información respecto a su vida y
su época.
Entre sus obras se
encuentran: “Dante y Virgilio en el infierno”; “Desnudo de un loro, “La muerte
de Sandanápalo”, “Mademoiselle Rose”, “Medea furiosa”, “Michelangelo in his
Studio”, “Cleopatra and the Peasant”, entre otras.
Fuentes
bibliográficas:
-Biografía de
George Ken, los grandes pintores y sus obras maestras, de Selecciones del
Reader´s Digest.
-Biografías y vida. Enciclopedia biográfica en
línea.
-Fotografía:
Cortesía de: revistadeartelogopress.com
-Obras de
arte cortesía de: Wikipedia. org - Pintura de varias épocas y Museoteca.
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