Personajes de Venezuela
JOSE LEONARDO CHIRINO
uno de los héroes olvidados por la historia
La historia muchas
veces engrandece a los héroes, otras veces los olvida. Uno de estos nombres relegados es el de José Leonardo Chirino, quien
en el estado Falcón, encabezó una
rebelión de esclavos en 1795.
Esta revuelta ha trascendido
como una de las más importantes registradas en vísperas de la guerra de
independencia de Venezuela. Aunque fue un hecho de carácter local, un levantamiento que obedeció a una
situación específica, propia de las condiciones sociales generadas por la
esclavitud, tuvo inspiración en el ideario de la Revolución Francesa y en las
insurrecciones que tenían lugar en Santo Domingo.
José Leonardo Chirino,
era, hijo de esclavo negro perteneciente a familia criolla, recibió de ésta el
apellido con que nació libre por ser
hijo de india. Se crió como jornalero y colono aparcero, trabajando para José
Tellería, de las
familias patricias corianas; como Tellería, hombre de negocios,
viajaba con frecuencia a Curazao y Haití, José Leonardo, casado con negra
esclava de aquél, le acompañó en algunas oportunidades, con lo que tuvo ocasión
de cultivarse.
Para 1795, la sociedad
coriana se movía en medios intelectuales francamente capaces de discutir los
acontecimientos históricos de la época, de tal modo que los Tellería, los
Chirino, los Manzano y otros personajes de distinción comentaban con frecuencia
los sucesos e ideas revolucionarias. Los negros esclavos y libres se
contagiaron de las palabras, y emocionados por el sordo mensaje de redención
que ellas significaban - libertad, igualdad -, comenzaron a levantar ánimos,
alimentados en sus esperanzas por José Leonardo, quien decide encabezar una
revuelta para implantar la “ley de los franceses”; en realidad, para destruir a sus opresores,
concretados en el amo Tellería, en los
representantes del fisco y en el gobierno en general.
En Coro había logrado
fama el negro José Caridad González, quien acaudillaba a los loangos, que
constituían un barrio de la ciudad, con prófugos de Curazao considerados libres
al llegar a tierra coriana. Este González fue a
España y ganó cierto
litigio de tierras en favor de los negros con lo cual aumentó su
prestigio; era hombre culto, que
hablaba buen castellano,
además del francés y su nativa lengua africana.
Para 1790 llegó a Coro
el recaudador de rentas Juan Manuel Iturbe, “quien se empeñó en
cobrar con el mayor
rigor todas las contribuciones
que ordenaba el derecho fiscal
español, pero que en gran parte
habían caído en desuetud en Coro “Iturbe
cometió muchos atropellos, que exasperaron especialmente a las clases
labradoras. De modo que esta situación,
aunada a las nuevas ideas libertarias importadas de las
islas y oídas en conversaciones a los señores, así como la natural enemiga a
los amos, hicieron que hubiera ambiente propicio para una revuelta.
Chirino se valió del
nombre de José Caridad González para ganar partidarios a su causa, que el 10 de
mayo de 1795 se concreta en revuelta armada desde una hacienda llamada
Macanillas. Esa misma noche, unidos los negros y mulatos, encabezados por
Chirino, se declaran alzados, proclamando la libertad de los esclavos y la
supresión de alcabalas. Los alzados matan al hacendado José Nicolás Martínez,
saquean su casa y pasan a otros lugares
con intención de invadir a Coro, como lo hacen en efecto bajo el mando de un
Juan Cristóbal Acosta, pues
Chirino se queda para organizar
otro grupo. Animaba
éste a su
gente con la prédica de que el
dirigente de los loangos se alzaría en la ciudad en cuanto ellos se acercaran.
Pero el plan fracasó, pues organizada la
defensa por el Justicia
Ramírez Valclerraín, con
ayuda de los vecinos, fueron derrotados los invasores, muerto en Coro
González, sin haberse probado su intervención, y perseguido Chirino, fue hecho
preso por traición de un amigo.
UN PRETEXTO LOCAL, UNA
IDEA UNIVERSAL
Con el tiempo, la
idea de implantar lo que
entonces se conoce como "la
Ley de los Franceses", que no
es otra cosa que la República, el legado fundamental
de la Revolución Francesa, va ganando
adeptos entre los negros libres y esclavos, zambos, indios y mestizos .
Pero el detonante decisivo de las convulsiones de 1795 es de orden más
pragmático, más doméstico. Por esos días ejerce funciones de recaudador de
rentas un Juan Manuel Iturbe a quien suele pasársele la mano a la hora del
rigor y los castigos, y es contra esa situación en particular, que humilla y
enardece a los labradores, que Chirino se levanta en armas. La otra figura
descollante de la rebelión es el negro José Caridad González, un hombre culto y
defensor de los derechos de los esclavos, que alguna vez ganó un litigio de
tierras a favor de los suyos, y esto lo ha convertido en una especie de adalid
ilustrado.
El movimiento se gesta
y comienza a, expandirse en una hacienda
llamada Mecanillas, cerca de
Curimagua; el objetivo inicial es tomar algunas propiedades de la zona, con la
idea de incorporar hombres a la revuelta antes de llegar a Coro. El dominio
ejercido por la sociedad criolla en esas regiones entra en crisis; en las
haciendas que caen en poder de los alzados se impone la supresión de la
esclavitud, la eliminación de los privilegios y de los impuestos de alcabala.
La idea inicial de
llegar a la ciudad de Coro sufre un primer contratiempo luego de los éxitos iniciales,
ya que los amotinados deciden permanecer en las zonas tomadas. En el
entretiempo, la sociedad criolla tiene
oportunidad de organizarse y de conseguir refuerzos, tras lo cual tiene
lugar una sangrienta reacción. Docenas
de alzados son hechos prisioneros y ejecutados; algunos
logran huir.
El propio José
Leonardo Chirino permanece un tiempo fugitivo, pero la traición de un antiguo
compañero facilita su captura y traslado hacia Caracas, donde la Real Audiencia
lo condena a muerte por delito de subversión. "Muerte " es apenas la
denominación genérica de la pena; en realidad, a José Leonardo Chirino se le
condena a morir en la horca, y su cuerpo será descuartizado y mostrado en
pública advertencia a quienes tuvieran pensado levantarse contra Dios y el rey.
La condena es
ejecutada conforme a la tradición colonial y en concordancia con los agravios
infligidos por el alzado a los sectores dominantes. El 10 de diciembre de 1796,
Chirino es inmolado en la horca, en plaza pública, su cabeza es luego expuesta
en el camino que va hacia los valles de Aragua y Coro. Sus manos son colocadas
en los caminos de Caujarao y Curimagua.
Fuentes bibliográficas:
Historia de Venezuela, de Guillermo Morón, Italgráfica
Impresores y Editores.
Rostros y personajes de Venezuela, C. A. Editora El Nacional.
Fotografía: Cortesía de http://inciclopedia.wikia.com
Muy buen artículo sobre JLC sakudos Humbert.
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