sábado, 28 de julio de 2018



Protagonistas de la historia

GAMAL ABDEL NASSER
Figura tanto en Egipto como en el mundo árabe.

Gamal Abdel Nasser, nació en Alejandría, Egipto el 15 de enero de 1918. Fue una figura fundamental en la historia reciente del Medio Oriente y jugó un papel muy destacado en la Crisis de Suez de 1956. Nasser ha sido descrito como el primer líder de una nación árabe que desafió lo que se percibía como el dominio occidental de Medio Oriente. Sigue siendo una figura muy venerada tanto en Egipto como en el mundo árabe.
Los musulmanes, fatalistas por religión y perezosos por naturaleza -bien claras dejaron estas dos influencias en su país-, necesitan del hombre que, entre ellos, nazca revolucionario y con actitud personal transforme el régimen económico y social de cualquiera de esos países milenarios, donde las condiciones de vida han cambiado bien poco en relación con la época de los emires, faraones o sultanes.
Un pueblo árabe, el egipcio, sale de su modorra histórica a pesar suyo. La revolución de 23 de julio de 1952, punto de partida para la radical transformación de las instituciones políticas, sociales y económicas del país, fue, según el periodista suizo Georges Vaucher, “un movimiento militar enteramente organizado y realizado por los oficiales para  derribar el orden social existente y reemplazar una monarquía decadente por una república de tendencia socialista que sería el centro de cristalización de una larga federación de Estados árabes y musulmanes”.
Gamal Abdel Nasser,  a   los  treinta y seis   años es  presidente de la República egipcia, ya ha pasado a la Historia; él fue quien terminó en su país con la mayor rémora política de nuestros tiempos: la monarquía. Después se convertía en uno de los dirigentes del Tercer Mundo.
Para entender la evolución del Egipto contemporáneo habría que estudiar los documentos verídicos de la infancia, de la adolescencia y de la madurez de Gamal. 

NIETO DE UN FELLAH
Llevaba  en  su  sangre la pureza  del  fellah, musulmanes del Alto  Egipto  que   mucho  antes  de  la  era  faraónica  se instalaron   a  la  orilla   del  Nilo;   el  abuelo  de Gamal Abdel Nasser   -auténtico  fellah-,  de   autóctona descendencia africana, pertenecía a la masa rural que guarda celosamente las características de la antigua raza, sin recibir las influencias asiáticas de las clases dirigentes egipcias que aceptaron la aportación de sangre semítica  y libia.
El fellah es el campesino egipcio tradicionalmente explotado, pero nunca sumiso. Acepta las humillaciones del hacendado feudalismo con la esperanza de liberarse algún día. El ascendiente del abuelo le llega lógicamente a su nieto a través de su padre, Abdel Nasser Hussein, quien logró ser admitido en la escuela coránica de Beni Morr -pequeño pueblo olvidado entre las palmeras del Alto Egipto- y después de conseguir el certificado de estudios primarios es nombrado funcionario de correos. Inicia su trabajo en Alejandría, donde se casa con la hija de un contratista, originario también del Alto Egipto -Mellawi-; en enero de 1918 nace el primogénito del matrimonio, al que imponen el nombre de Gamal.
A los siete años, Gamal ya sabe leer y escribir; desde El Cairo lo reclama su tío Khalil, hermano de su padre, funcionario en un Ministerio y hombre metido en negocios; no tiene hijos y todo su afecto es para el pequeño sobrino, que  comienza  sus  -estudios  primarios en la escuela de El Nahassin, situada en el barrio más típico de  El  Cairo,  cerca  del  pintoresco  mercado de Kan Khalili, no lejos de la gran Universidad islámica de Al Azhar. Pasa tres años con su tío y verá  a  sus padres  solamente  en  vacaciones. Al comenzar el curso de 1928 regresa a Alejandría, a casa de sus abuelos donde  termina  los estudios  primarios. Al año siguiente de nuevo viaja a El Cairo, para comenzar estudios secundarios en la escuela de Helouan,  pero  este mismo  año el padre es destinado a Alejandría y Gamal vuelve con su familia y si e estudiando en Ras El Tine.

REFLEXIONES INFANTILES
Las vacaciones le gustan a Gamal porque son una ocasión de ver a sus padres y plantear una serie de interrogantes que durante el curso no tiene a quién confiar; su tío Khalil está poco tiempo en casa y no atiende al sobrino con  la  solicitud  que  éste  precisa. Las insólitas reflexiones del escolar asombran a sus padres. En cierta ocasión, y durante una comida planteó súbitamente:
-¿Por qué nosotros tenemos siempre algo que comer, mientras los pastores de carneros pasan hambre?
El padre mira extrañado al hijo, deja de comer  y  no sabe qué respuesta darle. A él la miseria del beduino nunca le pareció anomalía. Su respuesta no convence, lógicamente, al muchacho:
-No te   preocupes por  esas  cosas,  el  mundo  es  así.
El sentido crítico del niño se desarrolla. No se conforma con evasivas. Quiere respuestas lógicas y consecuentes. En El Cairo, sus compañeros le llaman “el meditador”; a menudo, en solitario, Gamal queda pensativo mientras los muchachos  de su misma edad juegan; sobresale también por su presencia física, es más fuerte  y  más alto que ninguno. Cuando tiene ocasión plantea a los profesores o condiscípulos las cuestiones, sobre todo sociales, que no comprende.

CAMISAS VERDES
En el verano de 1935 en el país se definen tres fuerzas políticas con orientaciones radicalmente opuestas.  Por un lado, el Rey Fouad; por otro, el alto comisario británico, y enfrentándose a ambos, la oposición nacional, que reclama el restablecimiento de la Constitución liberal de 1923. A Sedky. Pachá le han sucedido otros dos primeros ministros. En 1934, la Constitución de 1930 había sido anulada y el anuncio de una nueva no llegó;  el país seguía gobernado a golpes de decretos-ley.
El 23 de julio de 1952, Nasser y otros 89 oficiales libres organizaron un golpe de estado casi exangüe, derrocando a la monarquía. Sādāt favoreció la ejecución pública inmediata del rey Farouk I y algunos miembros del establecimiento, pero Nasser vetó la idea y permitió que Farouk y otros se exiliaran. El país fue tomado por un Consejo de Mando Revolucionario de 11 oficiales controlados por Nasser.

SU LEGADO
Aunque complejo y revolucionario en su vida pública, Nasser era conservador  en privado. Ningún otro líder árabe en los tiempos modernos ha logrado ganar el apoyo a veces histérico de las masas árabes en todo el Medio Oriente como lo hizo Nasser durante los últimos 15 años de su vida.
Sin embargo, fracasó en su ambición de crear un mundo árabe unificado, y antes de su muerte ocurrida el 28 de septiembre de 1970 se vio obligado a sacrificar parte de la independencia política de Egipto por el apoyo militar de la Unión Soviética.

Fuentes bibliográficas:
Enciclopedia Británica, con la colaboración de Robert St. John * Los protagonistas de la historia, de Ibérico Europea de Ediciones, con la colaboración Ismael López-Muñoz.

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