Protagonistas de la
historia
GAMAL ABDEL NASSER
Figura tanto en Egipto
como en el mundo árabe.
Gamal Abdel Nasser, nació
en Alejandría, Egipto el 15 de enero de 1918. Fue una figura fundamental en la
historia reciente del Medio Oriente y jugó un papel muy destacado en la Crisis
de Suez de 1956. Nasser ha sido descrito como el primer líder de una nación
árabe que desafió lo que se percibía como el dominio occidental de Medio
Oriente. Sigue siendo una figura muy venerada tanto en Egipto como en el mundo árabe.
Los musulmanes,
fatalistas por religión y perezosos por naturaleza -bien claras dejaron estas
dos influencias en su país-, necesitan del hombre que, entre ellos, nazca revolucionario
y con actitud personal transforme el régimen económico y social de cualquiera
de esos países milenarios, donde las condiciones de vida han cambiado bien poco
en relación con la época de los emires, faraones o sultanes.
Un pueblo árabe, el
egipcio, sale de su modorra histórica a pesar suyo. La revolución de 23 de
julio de 1952, punto de partida para la radical transformación de las
instituciones políticas, sociales y económicas del país, fue, según el
periodista suizo Georges Vaucher, “un movimiento militar enteramente organizado
y realizado por los oficiales para
derribar el orden social existente y reemplazar una monarquía decadente
por una república de tendencia socialista que sería el centro de cristalización
de una larga federación de Estados árabes y musulmanes”.
Gamal Abdel Nasser, a
los treinta y seis años es presidente de la República egipcia, ya ha
pasado a la Historia; él fue quien terminó en su país con la mayor rémora
política de nuestros tiempos: la monarquía. Después se convertía en uno de los
dirigentes del Tercer Mundo.
Para entender la
evolución del Egipto contemporáneo habría que estudiar los documentos verídicos
de la infancia, de la adolescencia y de la madurez de Gamal.
NIETO DE UN FELLAH
Llevaba en
su sangre la pureza del
fellah, musulmanes del Alto
Egipto que mucho
antes de la
era faraónica se instalaron a la orilla
del Nilo; el
abuelo de Gamal Abdel Nasser -auténtico
fellah-, de autóctona descendencia africana, pertenecía
a la masa rural que guarda celosamente las características de la antigua raza,
sin recibir las influencias asiáticas de las clases dirigentes egipcias que
aceptaron la aportación de sangre semítica
y libia.
El fellah es el
campesino egipcio tradicionalmente explotado, pero nunca sumiso. Acepta las
humillaciones del hacendado feudalismo con la esperanza de liberarse algún día.
El ascendiente del abuelo le llega lógicamente a su nieto a través de su padre,
Abdel Nasser Hussein, quien logró ser admitido en la escuela coránica de Beni
Morr -pequeño pueblo olvidado entre las palmeras del Alto Egipto- y después de
conseguir el certificado de estudios primarios es nombrado funcionario de correos.
Inicia su trabajo en Alejandría, donde se casa con la hija de un contratista,
originario también del Alto Egipto -Mellawi-; en enero de 1918 nace el
primogénito del matrimonio, al que imponen el nombre de Gamal.
A los siete años,
Gamal ya sabe leer y escribir; desde El Cairo lo reclama su tío Khalil, hermano
de su padre, funcionario en un Ministerio y hombre metido en negocios; no tiene
hijos y todo su afecto es para el pequeño sobrino, que comienza
sus -estudios primarios en la escuela de El Nahassin,
situada en el barrio más típico de
El Cairo, cerca
del pintoresco mercado de Kan Khalili, no lejos de la gran
Universidad islámica de Al Azhar. Pasa tres años con su tío y verá a sus
padres solamente en
vacaciones. Al comenzar el curso de 1928 regresa a Alejandría, a casa de
sus abuelos donde termina los estudios
primarios. Al año siguiente de nuevo viaja a El Cairo, para comenzar
estudios secundarios en la escuela de Helouan,
pero este mismo año el padre es destinado a Alejandría y
Gamal vuelve con su familia y si e estudiando en Ras El Tine.
REFLEXIONES INFANTILES
Las vacaciones le
gustan a Gamal porque son una ocasión de ver a sus padres y plantear una serie
de interrogantes que durante el curso no tiene a quién confiar; su tío Khalil
está poco tiempo en casa y no atiende al sobrino con la
solicitud que éste
precisa. Las insólitas reflexiones del escolar asombran a sus padres. En
cierta ocasión, y durante una comida planteó súbitamente:
-¿Por qué nosotros
tenemos siempre algo que comer, mientras los pastores de carneros pasan hambre?
El padre mira
extrañado al hijo, deja de comer y no sabe qué respuesta darle. A él la miseria
del beduino nunca le pareció anomalía. Su respuesta no convence, lógicamente,
al muchacho:
-No te preocupes por esas
cosas, el mundo
es así.
El sentido crítico del
niño se desarrolla. No se conforma con evasivas. Quiere respuestas lógicas y
consecuentes. En El Cairo, sus compañeros le llaman “el meditador”; a menudo,
en solitario, Gamal queda pensativo mientras los muchachos de su misma edad juegan; sobresale también
por su presencia física, es más fuerte y más alto que ninguno. Cuando tiene ocasión
plantea a los profesores o condiscípulos las cuestiones, sobre todo sociales,
que no comprende.
CAMISAS VERDES
En el verano de 1935
en el país se definen tres fuerzas políticas con orientaciones radicalmente
opuestas. Por un lado, el Rey Fouad; por
otro, el alto comisario británico, y enfrentándose a ambos, la oposición
nacional, que reclama el restablecimiento de la Constitución liberal de 1923. A
Sedky. Pachá le han sucedido otros dos primeros ministros. En 1934, la
Constitución de 1930 había sido anulada y el anuncio de una nueva no llegó; el país seguía gobernado a golpes de decretos-ley.
El 23 de julio de
1952, Nasser y otros 89 oficiales libres organizaron un golpe de estado casi exangüe,
derrocando a la monarquía. Sādāt favoreció la ejecución pública inmediata del
rey Farouk I y algunos miembros del establecimiento, pero Nasser vetó la idea y
permitió que Farouk y otros se exiliaran. El país fue tomado por un Consejo de
Mando Revolucionario de 11 oficiales controlados por Nasser.
SU LEGADO
Aunque complejo y
revolucionario en su vida pública, Nasser era conservador en privado. Ningún otro líder árabe en los
tiempos modernos ha logrado ganar el apoyo a veces histérico de las masas
árabes en todo el Medio Oriente como lo hizo Nasser durante los últimos 15 años
de su vida.
Sin embargo, fracasó
en su ambición de crear un mundo árabe unificado, y antes de su muerte ocurrida
el 28 de septiembre de 1970 se vio obligado a sacrificar parte de la
independencia política de Egipto por el apoyo militar de la Unión Soviética.
Fuentes bibliográficas:
Enciclopedia Británica, con la colaboración de Robert St.
John * Los protagonistas de la historia, de Ibérico Europea de Ediciones, con
la colaboración Ismael López-Muñoz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario