sábado, 14 de julio de 2018



Protagonistas de la historia

ERNEST HEMINGWAY:
creador de un estilo literario crudo y realista

Ernest Miller Hemingway, escritor estadounidense, nació en Oak Park, Illinois, en el año 1899. Estudió en el Oak Park and River Forest High School, donde aprendió a tocar el violonchelo y formó parte de la orquesta. Se interesaba también por el boxeo y peleaba con sus compañeros en los descampados. En los estudios se destacó en Lenguas, pero sentía apatía por las otras asignaturas. Mostró sus aptitudes literarias en el diario escolar, usando el alias Ring Lardner, Jr.
 Al acabar sus estudios, en 1917, no quiso ir a la Universidad, como deseaba su padre, ni perfeccionar sus estudios de violonchelo, como le hubiera gustado a su madre. Se trasladó a Kansas y en octubre de 1917 comenzó a trabajar de reportero en el Kansas City Star.
Tras enrolarse voluntariamente en la Cruz Roja durante la I Guerra Mundial, como conductor de ambulancias. Volvió de Europa herido y condecorado, y se reincorporó a su trabajo de periodista, esta vez en él Toronto Star, periódico con el que realizó su primer viaje a París, y alternó con las vanguardias y conoció a E. Pound, Pablo Picasso, J. Joyce y Gertrude Stein, la mayor parte del grupo de escritores que, incluido él, pasaría a la posteridad bajo el nombre de la generación perdida. Participó en la Guerra Civil Española y en la Segunda Guerra Mundial como corresponsal, experiencias que luego incorporaría a sus relatos y novelas.

Un trotamundos incansable
A lo largo de su vida, Hemingway viajó constantemente: Francia, España, Italia, África, y Norteamérica. Prácticamente todas sus obras recogen sus experiencias personales en estos viajes, incluso las adquiridas como corresponsal en la guerra civil española y la II Guerra Mundial. En 1953 le fue concedido el premio Pulitzer por su novela “El viejo y el mar” y al año siguiente sería galardonado con el premio Nobel. Hemingway, creador de un estilo literario crudo y realista - que, en cierto modo, puede catalogarse de periodístico-.
Su labor como periodista lo había influido estéticamente en sus obras, pues lo obligó a escribir frases directas, cortas y duras, excluyendo todo lo que no fuera significativo. Su propio periodismo, por otra parte, también influyó en el reportaje y las crónicas de los corresponsales futuros.
La mayor parte de sus escritos plantea a un héroe enfrentado a la muerte y que cumple una suerte de código de honor; de ahí que sean matones, toreros, boxeadores, soldados, cazadores y otros seres sometidos a presión. Su obra es considerada clásica en la Literatura del siglo XX, y ha ejercido una notable influencia tanto por la sobriedad de su estilo como por los elementos trágicos.

Un final desconcertante
A partir del Nobel, Ernest permanece retirado en su casa de Cuba, desde donde realiza algunos viajes. Visita, sobre todo, España y publica en la revista “Life” un relato de toros que levanta una gran polvareda polémica a raíz de los juicios vertidos sobre el torero “Manolete”.
Su salud se va resquebrajando, pero, por encima  de todo, Ernest sostiene la traza  de  duro  aventurero  y finge una reciedumbre física que está muy  lejos  de tener.
Y un día de julio de 1961, la prensa de todo el mundo publica una noticia sorprendente. Un hombre  de  sesenta años, ampliamente  favorecido  por  la  fortuna  en el aspecto económico, que posee una casa en las Sawtooth  Mountaíns  de  Idaho,  donde  caza  en  invierno, un piso en Nueva York, una finca de recreo  en Cuba, otra en Key West, un magnífico  balandro  para  pescar en el Gulf Stream y habitaciones reservadas permanentemente en los hoteles el Ritz, de París, y en el Gritti, de Venecia, pone fin  a sus  días. Ernest Hemingway  se ha suicidado.
A las siete de la mañana del 2 de julio de 1961 en su casa de Ketchum, Idaho, Ernest se levanta y, todavía en pijama, toma su fusil preferido, introduce los dos cañones en su boca y se vuela la cabeza de un disparo.  Las  crónicas  reseñan  que  el  día  anterior  a su muerte, Hemingway no parecía deprimido y había tarareado con su mujer una vieja canción italiana, «Tutti mi chiamano bionda». Las conjeturas se multiplicaron, salió a colación el recuerdo del padre, muerto en parecidas circunstancias, se especuló con que la fidelidad al personaje que había representado durante toda su vida  le  había  impuesto  este  final, se  admiró su renuncia a vivir en condiciones de disminución física.
Entre sus obras se destacan: The Torrents of Spring (1926) - Fiesta (The Sun Also Rises) (1926) - Adiós a las armas (A Farewell to Arms) (1929) - Las verdes colinas de África (Green Hills of Africa) (1935) - Tener y no tener (To Have and Have Not) (1937)
Por quién doblan las campanas (For Whom the Bell Tolls) (1940) - Al otro lado del río y entre los árboles (Across the River and into the Trees) (1950) - El viejo y el mar (The Old Man and the Sea) (1952). Premio Pulitzer en 1953 y Nobel en 1954  - Hombres en guerra (Men at War) (1942). Antología - Muerte en la tarde (Death in the Afternoon) (1932) - El cabaret de Angela Swarn (1939) - The Wild Years (1962). Recopilación - París era una fiesta (A Moveable Feast) (1964), entre otras.

Fuente bibliográfica:
-Biografía de Anthony Burges sobre Hemingway, de Salvat Editores, Barcelona, España.
-Biografía completa de Ernest Hemingway, de Antonio Bernabeu, de Inrico Europea Edicciones
y en la website elresumen.com/biografia.
Fotografía: Cortesía de A&E's Biography

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