Pintores y escultores universales
GIOTTO DI BONDONE
El niño que transformó la pintura
Giotto di Bondone nace
en Colle de Vespignano (Vicchio) en 1267 aunque para algunos críticos como
Carlo Ludovico Ragghianti esta fecha se podría adelantar hasta una década. Reconocido
artista de la época, desarrolló varios ámbitos artísticos, destacando la
poesía, escultura, arquitectura y sobre todo la pintura, considerándose este
autor del Trecento uno de los iniciadores del movimiento renacentista en
Italia. Su obra tuvo una influencia determinante en los movimientos pictóricos
posteriores.
Se Cuenta: que, en
cierta ocasión, un pintor que andaba por una escarpada vereda, en Italia, pasó
junto a un pastorcito. El niño estaba dibujando
en una piedra
con un tizón. Atónito, el artista no podía dar fe a lo que sus ojos veían: la representación más
fiel que hubiera contemplado jamás de una oveja.
-Dime, ¿quién eres?
-le preguntó al muchacho.
-Me llamo Giotto. Mi
padre es campesino y yo le cuido las ovejas. Vivimos allá arriba.
La vida de Cristo en la tribuna de Sal Pedro |
El zagal y el pintor
se encaminaron a casa del labriego. El artista habló largamente con el padre
del niño y logró convencerlo de que su hijo tenía extraordinaria disposición
para el dibujo, y de que merecía se le diera instrucción. Por fin el padre
aceptó que el visitante, que era nada
menos que Cimabue, el más insigne pintor de Italia en esa época, se llevase a
Giotto en calidad de aprendiz. La destreza de aquel mozo
para representar la
vida con tan asombrosa
fidelidad iba a cambiar
el rumbo de la pintura. Giotto fue quien, a fines del siglo XIII y
principios del XIV, inició una nueva tendencia del arte pictórico al llevarlo a
superar la austeridad y la falta de relieve, características del estilo
bizantino, en pro del dominio de la perspectiva en la representación de la
naturaleza.
Giotto pintaba lo que
veía. Los árboles que representaba parecían árboles. Las personas tenían
aspecto de seres humanos. Por la expresión de sus rostros se podía adivinar el
carácter de cada cual, así como las emociones que animaban a sus modelos:
temor, tristeza, alegría,
amor. En cuanto la pintura de Giotto empezó a ser conocida, no tardaron
en surgir imitadores.
Los más grandes pintores del Renacimiento -Rafael,
Leonardo, Miguel Ángel- reconocen la deuda contraída por el arte con aquel
extraordinario innovador, que pintaba la realidad tal como la veía.
Retablo de la virgen los los angeles |
Giotto era muy
piadoso, como la mayoría de sus contemporáneos. Durante aquellos años se había apoderado de Europa un gran ideal de
espiritualidad. Los bellos misterios de la fe cautivaban a millares de
creyentes. San Francisco de Asís, muerto medio siglo antes de que naciera
Giotto, había tenido parte muy principal en aquel fenómeno de
espiritualización. Hijo de un rico mercader, San Francisco, decidió abandonar
la vida humana, había regalado a los pobres todos los bienes que poseía, hasta
los zapatos; a partir de entonces anduvo siempre descalzo y cubierto solo de un
austero hábito.
San Francisco dedicó
su vida a ayudar al prójimo, en particular a los más desventurados: los pobres,
los proscritos, los leprosos. Quería demostrar con el ejemplo que Dios es amor.
Su humildad, su sencillez suprema, lo convirtieron en el hombre más venerado de
su época; fue canonizado sólo dos años después de su muerte.
En Asís se erigió un
templo dedicado al
santo. Una vez terminado,
llamaron al joven Giotto para que ayudara a pintar la cara interior de los
muros con escenas de la vida de San Francisco. Creó el artista
veintiocho frescos en los que empleó una extensa gama de colores, y que
constituyen una vastísima historia gráfica. Cuando el público pudo por fin
contemplarlos, quedó impresionado por el
realismo de las pinturas. Nunca se había visto nada semejante. Hoy, seis siglos
después, los turistas del mundo entero siguen acudiendo en tropel a aquel
santuario para admirar la maravillosa obra de Giotto.
Otros frescos del
gran pintor que
todavía despiertan la admiración
de los amantes de la pintura son los de la capilla de los Scrovegni, en Padua.
Allí pintó una
serie de escenas de la vida de Cristo
y de la
Virgen, de gran intensidad
emotiva, que "por ser tan fieles a la naturaleza" hicieron enmudecer
a Dante la primera
vez que las contempló.
La prodigiosa
combinación de espiritualidad y destreza hicieron de Giotto el pintor más
ilustre de su época. Se vio colmado de
alabanzas y homenajes y mimado
por la fama; reyes y duques lo invitaban a sus palacios y se disputaban
sus servicios. Giotto no se dejó
arrastrar por la vanidad. Pintó
para los poderosos y aceptó que le pagaran (lo suficiente para mantener
bien a
su esposa y a sus cinco hijos),
pero jamás abandonó su modestia.
La resurreción de Lazaro |
No solo alcanzó Giotto
grandeza inigualable en la pintura, sino que se distinguió también como
escultor, poeta, compositor y arquitecto. Entre los muchos honores que se le
rindieron, quizá el más alto fue que Florencia, por intermedio de sus
autoridades, le pidió que se trasladara allí para que "con su presencia
sean muchos los que puedan disfrutar de las ventajas de su gran saber".
Aceptó, y Florencia lo nombró arquitecto de la ciudad, dándole el encargo de
hacer el proyecto del campanario de la catedral, hoy una de las torres más
bellas del mundo.
Cuando murió, el 8 de
enero de 1337, Florencia, Italia, pasado los sesenta años de edad, lo lloraron
tanto la gente sencilla como los conocedores del arte. Posteriormente, el más
grande de los Médicis, Lorenzo el Magnífico -protector de las artes en
Florencia durante el siglo XV- hizo que en la tumba del pintor se esculpiese el
siguiente epitafio “Soy aquel para cuya
diestra todo fue posible; el que hizo resucitar la pintura muerta y consiguió
cerrar el abismo que separaba el arte de la naturaleza. Soy Giotto”
Entre las principales
obras de este afamado pintor se encuentra: La resurrección de Lazaro. Cinco
escenas de la vida de Cristo en la tribuna de San Pedro. El papa Bonifacio VIII
anunciando el jubileo del año 1300. Los frescos del Infierno y el Paraíso.
Retablo de la Virgen con los Ángeles.
Fuentes bibliográficas:
-Biografía sobre Giotto, de Malcolm Vaughan, en los
grandes pintores
y sus obras maestras, de Selecciones del Reader´s
Digest
- Breves
biografías íntimas de grandes pintores, de Editorial Molino.
- Los Clásicos. Vida de los más excelentes pintores…,
Editorial W.M. Jackson, Inc.
Obras de arte: Cortesía de Pinteres.es – Arte e
historia.com – El mundo romano.
Fotografía: Cortesía de: Giotto-Bloger-
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