sábado, 10 de marzo de 2018


Los museos más importantes del mundo

LA ANTIGUA PINACOTECA DE MUNICH
El esplendor de la antigua Alemania



Alberto Durero, considerado como uno de los pintores más famosos de Alemania, creo dos retablos verticales con la figura de dos apóstoles de más del doble del tamaño normal, apenas dos años antes de su fallecimiento, en 1526. En uno de los tableros aparece San Juan y San Pedro, absortos en la lectura de un libro abierto; en el otro San Marcos, el evangelista y San Pedro, el primer misionero cristiano. Durero donó las obras al consejo de su ciudad natal, Nüremberg.

El juicio final de Stefan Lochner
Los retablos se exhiben en la Antigua Pinacoteca (Alte Pinakothek) de Múnich fundada por el Rey Luis I de Baviera, amante del arte que transformó la antigua sede real barroca, oscura y con poco espacio en una ciudad paradójicamente espaciosa. Se dedicó a enviar a Italia a sus comisionados en busca de arte y lo cual acumuló con avidez mientras permaneció en el poder.
En 1836, se inauguró uno de los edificios para museos más grande en el mundo, el cual fue diseñado por uno de los grandes maestros del clasicismo alemán Leo von Klenze.
Autoretrato de Rembrandt
La colección de la Antigua Pinacoteca contiene pinturas de los antiguos maestros, desde los inicios del siglo XV, época de Stefan Lochner, hasta la época de Durero y otros artistas: Grünewald, Altdorfer y Holbein, el mayor.
Las pinturas de los antiguos alemanes están representadas por Van der WeydenBouts y Gossaert; el Renacimiento italiano por Botticelli, Rafael, Leonardo y Tiziano y los flamencos del siglo XVII por Brouwer, van Dyck y Rubens.
Tambien cuenta con artistas alemanes del período Barroco, como Rembrandt y Hals y se complementa con italianos, franceses y españoles como Reni, Tiepelo, Poussin, Claude Lorrian, Boucher, Murillo y El Greco.
El buen pastor, de Murillo.
Las existencias del museo alcanzar las 30.000 piezas; muchas se han prestado a otras instituciones, iglesias y castillos en el estado libre de Baviera de la misma forma en que muchas lagunas de la colección principal han quedado cubiertas con préstamos.
Bajo la supervisión del Estado bávaro, Alte Pinakothek alberga más de ochocientas obras de arte de las escuelas de principios de Italia, el antiguo alemán, el viejo holandés y el flamenco, así como algunas otras. La colección, que fue iniciada por William IV a principios o mediados del siglo XVI, está cargada de arte por algunos de los favoritos de la familia Wittelsbach, especialmente Albrecht Dürer y Rubens. Algunos expertos creen que la familia omitió una serie de pintores importantes de la época, pero, no obstante, la colección es una de las más impresionantes del planeta.
Una de las obras de arte flamencas más conocidas es la  “tierra de Cockaigne”, de Pieter Brueghel, el mayor; el sobrenombre de “Campesino de Brueghel” lo adquirió el artista desde sus inicios.
Retablos de los cuatro apóstoles, de Alberto Durero.
El museo se cerró en 1939 al comienzo de la Segunda Guerra Mundial y la colección se trasladó para su custodia. El edificio fue de hecho ampliamente dañado durante la guerra, pero fue reconstruido por el arquitecto alemán Hans Döllgast y reabrió a mediados de la década de 1950. Aunque el exterior todavía se parece al original de Klenze, el interior, que había sido muy adornado, no fue restaurado a su grandeza original.  Pasillo en el Alte Pinakothek en Munich, Alemania. Además, algunos de los agujeros en las paredes exteriores fueron reemplazados con ladrillos desnudos para indicar las "heridas" infligidas por la guerra.


Bibliografía:  Enciclopedia Visual y A vie won cities.

Obras de arte cortesía de: Almay, Guia de Alemania, Mundo Pictórico, Pinterest, El Universal-Cultura de México, y Todo colección.

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